¿Y si esa madre que protege también fuera una diosa? ¿Una deidad antigua, salvaje, marcada por la tinta, que camina entre velas, rezos y pieles abiertas?
Madre Tinta se vuelve símbolo.
Se vuelve figura. No la dibujamos como una mujer. La invocamos como una pantera: negra como la tinta original, silenciosa como una oración, feroz como quien protege lo que ama. Este universo no explica el producto. Lo ritualiza. Lo eleva.
Nacida de la pasión por el arte del tatuaje, Madre Tinta surge como un ritual de cuidado...una marca que no sólo entiende el dolor, sino que honra lo que lo causó.
Creada por y para quienes ven el cuerpo como un lienzo sagrado.
Nos marcamos porque creemos. Porque hay cosas que no se pueden decir con palabras. Y porque cada línea sobre la piel es una oración silenciosa. Una historia personal. Un acto de fe.
No negamos el dolor. Porque toda fe necesita su ofrenda. Y todo arte, su cicatriz.
Madre Tinta a proteger lo marcado, a cuidar al que fue valiente.
#SanarEsSagrado🐆
